Hoy queremos hablaros del rodapié, sí, esa pequeña parte que se complementa con nuestros suelos y paredes y que no puede faltar en los espacios para poder obtener un perfecto acabado.
Una pieza que cuenta con dos funciones principales, múltiples medidas y materiales y de fácil colocación.
Rodapié y sus funciones
Hablamos de una pieza que cuenta con dos funciones principalmente: La decorativa y la constructiva.
- La función decorativa toma mayor importancia cuando disponemos de un espacio grande con pocos elementos funcionales y decorativos, como los muebles. No será lo mismo colocar un rodapié en una oficina, donde predominan las mesas y estanterías principal y básicamente, que un rodapié en un espacio del hogar como puede ser una habitación, que tiene más objetos como la cama, estanterías, zapatero, escritorio, espejos de suelo, etc.
- La función constructiva: Cuando colocamos un rodapié con el fin de mejorar nuestra obra o reforma, pensamos en esta pieza como elemento de unión entre pared y suelo, protegiendo las esquinas y espacios. Además, permite la dilatación de los materiales que forman el pavimento y oculta las imperfecciones. No obstante, una de sus ventajas, también es la facilidad para limpiar estas zonas.
A pesar de que las dos funciones principales tienen diferentes objetivos, es importante tener en cuenta que lo más adecuado a la hora de reformar o hacer una primera obra en nuestro espacio es valorar y tener en cuenta las dos.
¿Tiene alguna desventaja no poner rodapié?
Sí, como hemos comentado anteriormente, el rodapié facilita la limpieza del espacio que queda entre el azulejo y el pavimento y dado que este se mancha con facilidad, sin esta pieza se acumularía mayor suciedad y no quedaría un espacio visualmente tan limpio si no colocaremos el rodapié. Y además, quedarían más a la vista todos esos pequeños defectos e imperfecciones que quedan después de la obra.
Medidas y material
Existen múltiples y diversos materiales con los que fabricar un rodapié. Como muchos de vosotros ya sabéis, en Ceramhome somos especialistas en cerámica por lo que la fabricación de nuestros rodapiés se hace con este material.
Hoy en día existen muchas fábricas que utilizan la cerámica para crear los azulejos, pavimentos y piezas complementarias como el rodapié por su alto nivel de dureza y versatilidad (entre otras características). Además, la cerámica es un elemento que podrá simular casi cualquier tipo de material como el mármol, la madera, la piedra o el cemento.
En cuanto a las medidas del rodapié, lo más habitual es encontrar una medida con una altura de unos 8 cm y una anchura de entre 30 a 45 cm más o menos, aunque existen rodapiés de hasta 12 cm. Lo más normal es colocar esta pieza con el mismo material y gama de color que el revestimiento que hayamos usado en nuestra pared o suelo, al tratarse de una pieza con la que pretendemos darle limpieza visual al espacio, lo más lógico es dejar esta esquina de la misma forma o de forma complementaria al azulejo o suelo para un efecto lo más liso posible.
¿Cómo instalamos un rodapié?
Aunque existen profesionales que nos pueden poner los rodapiés, tenemos la opción de hacerlo nosotros mismos, ya sea con la colocación de masilla de montaje o con clips de fijación en las paredes con las herramientas correspondientes, como caja de ingletes, taladro, atornillador a batería y serrucho…
Una vez que disponemos del material adecuado solo tendremos que medir la distancia entre los lados de las paredes y llevar esas medidas al rodapié cortándolo como se indique.
Una vez que tenemos las piezas medidas y cortadas solo quedará colocarlas en la pared con masilla de montaje o los clips de fijación. Aún así haciendo clic aquí podréis encontrar todos los vídeos que queráis si estáis interesados en hacerlo por vuestra cuenta.